miércoles, 26 de octubre de 2016

VIAJE A LA RIOJA

Merece la pena pertenecer a la Asociación de Mujeres Rurales de Godojos porque realizan unos viajes socio-culturales maravillosos. Este otoño han visitado La Rioja, comunidad cargada de historia y de buen vino, a la par que famoso en todo el mundo.
Veintidós aguerridas mujeres, procedentes de varios lugares, salían muy de madrugada, casi antes de cantar los gallos, rumbo a La Rioja. Muchas de ellas habían dormido en Godojos la noche del viernes al sábado para tomar el autobús en la plaza del pueblo. Después de un largo y soñoliento recorrido llegaron a San Millán de la Cogolla para visitar los monasterios de Yuso y Suso.
Los monasterios de San Millán de la Cogolla son Patrimonio de la Humanidad. Gonzalo de Berceo, monje del monasterio de San Millán, loss hizo famoso en la Edad Media. Gonzalo de Berceo era poeta y, mandado por sus monjes, escribió en verso la vida del eremita San Millán, que muchos siglos antes pasó su larga vida en el monasterio de Suso. La pequeña obra tuvo mucho éxito, gracias a que los juglares la recitaban de pueblo en pueblo y muchos buenos cristianos y cristianas peregrinaban a San Millán, con lo que el monasterio se enriqueció y se llenó de innumerables monjes. Estos buenos resultados hicieron que los monjes del Monasterio de Silos le encargaran a Berceo escribir la vida de Santo Domingo de Silos. Berceo la escribió y como santo Domingo era un santo más milagrero, los resultados fueron aún mejores. Gonzalo de Berceo amaba a su tierra, a su gente y a su vino, por eso escribió estos versos: “Quiero fer una prosa en román paladino/ En cual suele el pueblo hablar con su vecino/ Ca no soy tan letrado por fer otro latino/ Bien valdrá como creo un vaso de bon vino”.
Se considera a San Millán de la Cogolla la cuna del castellano, porque ahí se encuentran las primeras palabras en lengua castellana, ya que los copistas, junto a las transcripciones de libros escritos en Latín, escribían las palabras en castellano, porque la gente así las decía. Nuestras viajeras disfrutaron viendo los dos monasterios muy bien explicados por la guía turística que les acompañó durante todo el viaje. El reportaje gráfico, que Soledad Monge iba mandando, daba prueba de todo lo que estaban viendo. A mi me emocionó ver las tumbas de los Siete Infantes de Lara, que están en el monasterio de Suso.
La siguiente visita fue santo Domingo de la Calzada. Dentro del Camino de Santiago, Santo Domingo de la Calzada es un hito muy importante. Sin duda fue un lugar fundamental para los peregrinos. Su fama posterior le vino del famoso milagro de de su gallina. De ahí el dicho: “Santo Domingo de la calzada, que cantó la gallina después de asada”. En su catedral está el gallinero con el gallo y la gallina como recuerdo de tan singular prodigio.
La comida en Logroño para reponer fuerzas.
Por la tarde visita a lo segundo más típico de La Rioja: sus famosas bodegas. Visitaron las bodegas y museo de Dominio Vivanco en Briones. Ellas, que son de tierra de vino, visitando el museo, admiraron y recordaron las formas tradicionales de hacer vino. Sin embargo, después de probar algún vinillo de la tierra, llegaron a la conclusión de que el vino de Godojos es mejor, más natural y ecológico que el de La Rioja. La visita a la bodega de Marqués de Riscal en El Ciego les sorprendió gratamente. Admiraron no solamente la arquitectura proyectada por el autor del museo Guggenheim en Bilbao, sino también el maravilloso hotel y todas sus prestaciones de auténtico lujo. Alguna tomó la decisión, a pesar de su alto coste, de pasar un fin de semana en sus instalaciones y disfrutar de sus cuidados y de su selecta gastronomía.
Cansadas y agotadas volvieron a Logroño y fueron al Hotel, muy confortable, y que estaba situado en el centro de la ciudad. A pesar del cansancio salieron a dar un paseo y a disfrutar de la variada oferta de tapas que se encontraron en la calle del Laurel. Maravillosa calle, pero tan llena de gente que no se podía andar y tampoco saborear de forma relajada  todo lo que ofrecían sus bares y restaurantes.
Las habitaciones compartidas del hotel fueron testigo de que estaban cansadas y de que durmieron a pierna suelta.
La mañana del domingo la iniciaron con la visita a  La Guardia, en La Rioja Alavesa. Este pueblo fortaleza, además de su tipismo ofrece una portada maravillosa en la Iglesia de Santa María y un museo artesano al aire libre en el parque de al lado.
De vuelta a Logroño visitaron lo más típico de la ciudad: el paseo del Espolón, algún palacio y la catedral, solamente por fuera. Comieron opíparamente y se prepararon para regresar.  Parte de las viajeras bajaron en La Almunia, donde los maridos las esperábamos con ganas de abrazarlas y ver que volvían muy contentas y dispuestas a repetir el próximo viaje que se programe.
La evaluación del viaje por parte de todas fue enormemente positiva. Tenemos que felicitar a Soledad Monge y a su equipo por lo bien que lo programaron y realizaron. Ahora a diseñar el siguiente y a disfrutar del puente de Todos Los Santos.
CARLOS ALDA

ZARAGOZA, 26 DE OCTUBRE DE 2016  



martes, 18 de octubre de 2016

EL DIA DEL PILAR

Como todos los años, las mujeres de Godojos el dia del Pilar acuden a misa de siete en la Basilica, y despues como es tradicional a comer churros con chocolate.

viernes, 15 de julio de 2016

FALLECIMIENTO DE MANUEL GÁLVEZ

El día once de julio  falleció Manuel Gálvez a los NOVENTA Y DOS AÑOS. Manuel nació y vivió durante muchos años en Godojos. Era hijo de mi tío Emilio y de mi tía Asunción. Tenía un hermano que se llamaba José, fallecido dos años antes, y estuvo casado con Isabel, que se le adelantó en pasar a la otra vida siete meses. Manuel tuvo cinco hijos: cuatro hembras y un varón, conocidos por todos en Godojos, aunque llevan muchos años viviendo en Calatayud o Zaragoza.
Manuel fue siempre una persona sencilla, un tanto tímido, pero con un corazón muy grande. Siendo yo niño subía muchas veces a casa de mis tíos y primos que vivían debajo del castillo. Era una casa amplia y hermosa. En ella residían los cuatro. Me encantaba ver los recuerdos de mi tío, las medallas ganadas corriendo cuando era joven, el guitarrillo y su traje de baturro.  Manuel y José siempre fueron amables y cariñosos conmigo. Los dos eran muy trabajadores. Tenían una gran capacidad para realizar toda clase de trabajos. Primero sudaron bien la camisa trabajando en el campo, pero después supieron ganarse la vida con unos cargos de responsabilidad dentro de la CHE.  Manuel se estableció en Calatayud donde se educaron sus cuatro hijas y su hijo. Con su moto recorría las carreteras de la comarca como encargado de vigilar las obras que se realizaban. Todo el mundo quería a Manuel porque era prudente y generoso, y nunca negaba su ayuda a quien se la solicitase.
A pesar de que Isabel, su Mujer, estaba muy perjudicada por su enfermedad, él siempre estuvo a su lado. Clarita me dice  que sin decirse nada se cogían de la mano y así estaban horas enteras. Cuando murió su compañera de toda la vida Manuel perdió un poco el rumbo y su obsesión era volver a Godojos. El quiso emprender el viaje a su pueblo andando, porque decía que se conocía muy bien las carreteras y caminos que le conducían hasta allí, ya que los había transitado miles de veces. Sí, es verdad que de mayores volvemos a los recuerdos y vivencias de la infancia y juventud. A pesar de las privaciones y penurias pasadas, tuvimos que ser felices de niños, cuando en la última etapa de nuestra vida queremos regresar  allí donde vivimos nuestra infancia.
Manuel murió lleno de años y estupendamente cuidado por sus hijas. El entierro ha sido emotivo en la gran iglesia barroca del Sepulcro de Calatayud. Allí estábamos acompañándolo todos los que le queríamos. Descansa en el cementerio junto a su esposa, pues tuvo la precaución de comprar, como él decía, dos pequeños apartamentos para sus últimas moradas.
Querido primo Manuel hemos rezado por ti, para que Dios nuestro padre, que es infinitamente misericordioso, te tenga en la gloria junto a tus padres, tu hermano y tu querida mujer. Un abrazo fuerte. ¡HASTA SIEMPRE!

CARLOS ALDA GÁLVEZ. ZARAGOZA 12 DE JULIO DE 2016.

lunes, 18 de abril de 2016







La vida sigue  en Godojos. Los últimos coletazos del invierno han sido muy fríos. Incluso la nieve hizo acto de presencia en dos ocasiones, aunque débilmente. La gente sigue acercándose a Godojos y disfrutando alegremente de los fines de semana. El bar y su jefe Juan contribuyen a ello. Buenos pinchos para el vermut y sabrosas comidas preparadas por sus expertas manos en la cocina.
La ASOCIACION DE MUJERES RURALES DE GODOJOS  reanuda sus tares. Preparan nuevos eventos, nuevas comidas de confraternización y sus excursiones. Se ah renovado la Junta Directiva: Sole presidenta, Lourdes vicepresidenta, Cristina secretaria y  Esther tesorera. Las vocales Encarnita y Maribel se encargarán de preparar la cesta para la rifa y procurar vender cuantos más números mejor.
LA SEMANA SANTA ha registrado un nuevo llenazo en el pueblo. Me han contado que se  han celebrado los oficios religiosos y sus consabidas procesiones, salvo la del Viernes Santo que se suspendió por la lluvia. También me dijeron que se cantaron LAS HORAS DEL RELOJ con verdadera devoción, voces muy entonadas y una participación muy abundante.
A mi movil llegaron imágenes del rezo del VIA CRUCIS por el cementerio y la ermita de santa Ana. Es significativo y muy de agradecer, que alguien ponga las cruces todavía y que muchos godojeños y godojeñas  suban a recordar la pasión de Jesús, con el texto que de las estaciones leemos en el pequeño librito, que se conserva desde muy antiguo. Cuando yo era niño, el sacerdote mosén Salvador nos lo leía  en la iglesia todos los viernes de cuaresma. Los chicos y chiscas de las escuelas, acompañados por el maestro y la maestra, subíamos a las CRUCES. Por cierto que en las tres caídas besábamos el suelo con gran estruendo.
Es una pena que hayamos perdido el MONUMENTO que se ponía en el altar. Deberíamos sacarlo algún año para recordar cómo era y para que los más jóvenes, que nunca lo han visto, tengan noticias de él.
Sé que la costumbre de  probar y saborear las ricas LIMONADAS el Jueves Santo, después de los oficios, sigue en pie y toma cada vez más auge. Hay que mantener esa buena tradición.
La primavera ya ha llegado a Godojos y ha llenado los campos y cunetas de flores silvestres y de olores frescos y agradables.    
LOS AMIGOS DE LOS ALMUERZOS nos seguimos reuniendo en Zaragoza. Este trimestre pasado hemos celebrado varios. Nos han invitado Paco, el marido de Dolores, Máximo Nieto, Jesús Borque, Roque Martín, Ángel Ramos y yo también invité al grupo en la bodega de mi casa. Ese día hicimos almuerzo y al medio día dimos buena cuenta unos sabrosísimos garbanzos con calamares en su tinta. Asistieron también a la  comida  mis primos José Luis y Salva Nieto, así como Carlos  Galindo. Recordamos a mi tío José Alda, tan asiduo  de estos eventos en los que disfrutaba más que nadie. Solamente nos falta ya celebrar el cumpleaños de Juan. Con él completamos el ciclo. Por cierto, que Jesús Borque encontró un bar donde nos tratan de maravilla y además nos hacen las invitaciones muy baratas.
ZARAGOZA 9 DE ABRIL DE 2016
CARLOS ALDA




ADIÓS A GOYA.

Goya nos dejó hace bien pocos días. Muchos estuvimos acompañando a sus hijas e hijos en el tanatorio de Torrero. Goya llevaba tiempo en el pueblo donde vivía acompañada y cuidada por una señora que le buscaron sus hijos. Goya era la más vieja del pueblo. Cuando se la llevaron de él, no aguantó nada más que unos días, era ya muy mayor. Goya era hija del tío “Royo el atecano”. De joven vivía con su hermana Balbina y su hermano Javier, el padre de Paulino, en la calle Gascón y Marín. Creo que tenía otro hermano y una hermana más, pero yo no me recuerdo de ellos. Se casó con Elías Ciria. Tuvo dos hijas, Paloma, Asunción  y  cuatro hijos Lele, Castor, Pedro y Alfonso. Yo conocí a Lele y a Paloma, con los que conviví algunos años en el pueblo. Al resto los he conocido de mayores. Cuando hice un libro sobre Aragón, envié a un fotógrafo de la editorial S M a Godojos, para sacar alguna foto relacionada con el pueblo y con su principal producto, el vino, y sacaron a Elías trajinando vino en la puerta de la bodega.
Desde estas líneas doy mis condolencias a todos sus hijos y familiares. Goya fue siempre una mujer discreta y sufrida, como todas las madres de Godojos de una edad similar o mayor. Recuerdo haberla visto muchas veces en la terraza del bar del pueblo, junto con otras mujeres como Librada, Felisa, Alicia… Descanse en Paz y que Dios la premie en la otra vida, porque sin duda que se  ganó la recompensa con creces.
ZARAGOZA 9 DE ABRIL DE 2016
CARLOS ALDA


sábado, 16 de abril de 2016

ALFONSO ALDA (FONSITO)


Hoy hace una semana que dimos cristiana sepultura a mi hermano Alfonso. Se nos fue en el mes de abril, cuando la naturaleza brota y renace a una nueva vida. Él también pasó a una NUEVA VIDA, sin hacer ruido, sin molestar a nadie, tal como había vivido siempre.
Mi hermano nació en Godojos  hace setenta y ocho años. Pasó su infancia y parte de su juventud en el pueblo. Él recordaba al pueblo, a los primos, a los amigos y a los años vividos en Godojos con mucho cariño. Como era bueno, en todos los lugares donde estuvo fue feliz y muy querido por aquellos que con él convivieron.
De niño y después de joven fue un gran aficionado al fútbol. Sé que después del trabajo en el campo, junto con otros forofos del pueblo, no dudaba en coger la senda de la “Cuesta” y pasar a Alhama para ver partidos televisados, porque en Godojos no había TV. Recuerdo su alegría cuando consiguió un ping para lucirlo en su chaqueta del Atlético de Bilbao, porque cuando tenía catorce o quince años, era admirador y también hincha de este equipo. Ya viviendo en Zaragoza se hizo socio y seguidor del Zaragoza. Durante muchos años subió domingo tras domingo a la Romareda para presenciar los partidos. La mala racha del equipo le desilusionó y se dio de baja como socio.   
Como buen Godojeño le gustaba jugar al guiñote. Él, que de por sí no era muy hablador, no dejaba de charlar y decir chascarrillos durante las partidas. En los muchos años que veraneó con la familia en Miami Playa, su mayor diversión era participar en las partidas que jugábamos en las terrazas por la tarde  o noche y las que con los amigos jugaba en el chiringuito de la cala. Expresiones que decía como: “papá y mamá”, cuando cantaba las cuarenta o “A esta rata quien la mata”, cuando terminaba la partida y hacía las diez de últimas, quedarán siempre en nuestro recuerdo. Seguro que este verano le echaremos mucho de menos.
Nos recordaremos de él y del cariño que demostraba hacia sus sobrinos y sobrinas así como a los nietecicos que tenemos los hermanos. Disfrutaba dándoles propinas y jugando con los más pequeños.
Fonsito, como todos le llamábamos, tenía una memoria prodigiosa. Cuando teníamos alguna duda sobre gente relacionada con el pueblo, él nos aclaraba las cosas rápidamente. También se recordaba de todas las fiestas, y sabía con mucha anticipación cuando caía la meriendilla, la Semana Santa o la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
En su entierro se volcaron con él los familiares,  todos los del pueblo y también los amigos que conocieron su fallecimiento. Desde aquí, muchas gracias de parte de la familia. Cuando en la vida se siembra bondad, se recoge cariño y agradecimiento. Publico también en estas páginas lo que leía al final de la misa para despedirlo.
Descansa en PAZ  querido hermano. Tus familiares y tus amigos te recordaremos siempre con cariño y pediremos a Dios que te dé el descanso eterno.
ZARAGOZA 17 DE ABRIL DE 2016

CARLOS ALDA GÁLVEZ 

HERMANO ALFONSO

Querido hermano Alfonso. Hoy nos sentimos especialmente tristes porque tenemos que decirte adiós para siempre. Es muy duro pensar que se acabó el cariño que tú nos diste  en vida, aunque lo guardemos como el mejor de los recuerdos. Nos consuela a todos pensar que ya estás en el cielo junto a Dios y también  saber que, en esta vida, todos los que tuvieron relación contigo te apreciaron de verdad, y que a la vez que repartiste generosamente tu cariño, también lo recibiste.
¡Qué sorpresa te habrás llevado al encontrarte frente a Dios! Tú, que de por sí eras hombre de pocas palabras, te habrás quedado mudo. Él te habrá cogido de la mano y te habrá dicho: “¡Ánimo, hijo, ya has llegado!” Y como  de pasada, te habrá susurrado al oído: Ya teníamos ganas de verte  por aquí con nosotros. Siempre he escuchado tus oraciones y tus buenas intenciones y deseos. Ahora todo es una realidad nueva.
Querido hermano Alfonso, de la mano de Dios, habrás comprobado que  los dolores de espalda y de riñones han desaparecido. Que el calendario de fiestas, que tú también te sabías, se ha trasformado en una fiesta continua. Que el cielo consiste en estar junto a Dios nuestro Padre amoroso lleno de felicidad. Comprobarás que Dios siempre ha estado a tu lado, porque Dios siempre ha estado con nosotros, junto a nosotros, dándonos todo su cariño. Después de este primer encuentro con Dios, tu amigo y nuestro amigo,  tus fallos habrán quedado sepultados para siempre en el baúl vacío de los recuerdos muertos. Habrán aparecido  en tu memoria tus obras buenas, tu sencillez, el cariño que has repartido entre todos, tu fe sencilla en Dios, en Jesús y en María…  Y habrás empezado a entender que Dios es todo bondad y que es  gratuito, como el agua de la fuente, como el sol que nos calienta e ilumina todos los días. Y habrás comprendido, por fin, la parábola del Hijo Pródigo, y lo maravilloso que es sentirse Hijo de Dios y hermano de Jesús. Yo sé querido hermano que esto te habrá llenado de felicidad.
Para todos los que creemos en la otra vida, donde ya no habrá ni llanto, ni dolor ni penas, pensamos que no hay muerte, sólo hay mudanza, y en la otra orilla nos espera gente maravillosa. Seguro que te habrás encontrado con nuestros padres, con los que conviviste y a los que cuidaste tantos años, y también con otros muchos seres  queridos que   partieron antes que tú. Nuestro consuelo es pensar que la muerte no nos roba a los seres queridos, al contrario nos los guarda y nos los inmortaliza.
Fonsito,  yo sé que si ahora pudieras hablarnos nos dirías cosas parecidas a estas: “Pensad que lo que fui para cada uno de vosotros, lo soy todavía. Que mi nombre se pronuncie como antes, sin tristeza. Continuad riendo con lo que tantas veces nos hizo reír. Pensad en mí, sonreír y rezad conmigo. Recordaros de mí este verano cuando juguéis a las cartas. Yo no estoy lejos, solo al otro lado del camino. Secad vuestras lágrimas y no lloréis si me amáis. Yo estoy con Dios, con Jesús y con la Virgen María  a los que en mi pueblo me enseñaron a querer desde  niño”.

Tienes razón, pero con tu marcha nuestra pérdida es muy grande. Sabemos que nos hemos quedado  sin  un hermano  especialmente bueno. Nos costará admitir tu pérdida pero con toda seguridad que recordaremos los muchos momentos felices vividos junto a ti y pensaremos que nos esperas en la otra orilla, desde donde tú nos mirarás con cariño y sin añoranza, disfrutando de una felicidad completa. 

miércoles, 9 de marzo de 2016

GODOJOS NEVADO



Bonitas fotos.
Gracias  a las que han enviado estas fotografias. para que queden en el recuerdo
Angel Ramos

jueves, 11 de febrero de 2016

MERIENDILLA 2016

El día 6 de febrero se celebró en Godojos “LA MERIENDILLA”.  Mis recuerdos me llevan a la época en que éramos niños. Los dos días de la meriendilla eran unos de los días más felices del año y por lo tanto de los que mejores recuerdos se guardan.
A las once de la mañana abandonábamos la escuela, de la que salíamos en desbandada. Nuestras madres ya nos habían preparado la molleta con el palmo de longaniza, las costillas, las magras y el chorizo. La solíamos coger haciendo los buñuelos, que salían tan huecos y sabrosos como los que más.  En un talego limpio, ya que no había mochilas como sobran ahora, nos colocaba la merienda: la molleta rellena, los buñuelos con miel o azúcar y un par de naranjas sanguinas para postre o para la merienda.
Todos los chicos nos juntábamos en la plaza y partíamos en pandilla hacia las cuevas de san Jorge. Las chicas iban por otro lado. Los talegos los llevábamos colgados a la espalda, como rudimentarias mochilas. Poníamos un pitón o canica en cada uno de los extremos y lo atábamos con sendas cuerdas a la boca del talego a modo de mochila. Llegados a san Jorge, subíamos a la cueva y empezábamos a dar buena cuenta de la merienda. La realidad es que nos comíamos todo, salvo algo de pan y las naranjas que las dejábamos para comerlas por la tarde en el puente o en la fuente de Santa Ana.
Ahora en Godojos hay pocos chicos, pero los mayores han retomado la ancestral costumbre y disfrutan del día a tope. Este año la cueva se llenó de comensales. En principio un sol maravilloso los acompañaba y se estaba estupendamente bajo la rocosa bóveda. Sin embargo después de saborear las viandas, el  viento ábrego se levantó  con fuerza y obligó a todos a volver al pueblo. Aún hubo unos valientes que se fueron a la ermita de san Jorge a cantar con Carlos y su Guitarra.
En el reportaje gráfico se ve la cara de satisfacción de todos y lo bien preparadas que estaban las molletas y lo huecos y sabrosos que debían estar los buñuelos. Por cierto debéis conocer, que los buñuelos  los enseñó a hacer un hermano de Toribio, que se llamaba Paulino, y que era pastelero en Zaragoza, donde poseía una estupenda pastelería. El dio la fórmula: un vaso de agua, medio de aceite, cuando la mezcla está a punto de cocción se echa un vaso de harina y se hace la masa. Se deja enfriar y cundo ya está en su punto se mezcla con cuatro huevos, batidos uno a uno. Se fríen en la sartén lentamente y con abundante aceite de girasol. Ellos solos se llenan de aire y se dan la vuelta sin necesidad de tocarlos.
La meriendilla es un día más de convivencia y alegría entre los que aman a Godojos.
ZARAGOZA, 10 DE FEBRERO DE 2016.

CARLOS ALDA    





domingo, 24 de enero de 2016

ÁRBOLES EN GODOJOS






Siempre tenemos que alabar las buenas ideas y las buenas acciones. Ayer, día 23 de enero, festividad de san Ildefonso de Toledo plantamos en Godojos 200 arbolitos.
¡Qué alegría! A las diez estábamos citados en la plaza del pueblo por el alcalde del municipio el amigo Santi. Todos vestidos con las más variadas ropas. Unos con ropa de camuflaje y otros con pantalones de pana  o vaqueros y botas o deportivos campestres. Lo que si era común a los participantes era la alegría y las ganas de pasar un día de campo sabiendo que íbamos a hacer una obra estupenda.
En la plaza nos encontramos nativos de Godojos, gente venida desde Zaragoza y también varios que llegaron  de Madrid. Estando a la espera, apareció Jesús Nieto, en su todo terreno, que venía de Calamocha. Saludos, besos, abrazos, algazara y alegría en el encuentro. Muchos admiramos las descarnadas moreras podadas maravillosamente por Bienve. Sus enlaces y trenzados se asemejaban a las arcadas románicas de un claustro medieval. 
Una vez recogidos los pinos, cedidos generosamente por una ASOCIACIÓN ECOLOGISTA, nos dirigimos, en una larga y ruidosa caravana de coches todo terreno, a la finca elegida para plantar los árboles, que estaba situada en una zona que llaman “Las Muelas”.
Por el camino fuimos contemplando y recordando los diversos lugares pateados una y otra vez por nosotros cuando éramos pequeños y Godojos era un pueblo lleno de habitantes. En pie todavía estaba un hermoso y antiquísimo chopo, que todos conocen con el nombre de mi padre, ya que le siguen llamando el chopo del tío Alfonso. En sus desnudas ramas aparecían más de quince nidos de unos pájaros desconocidos. Con saltos y botes de los coches por el estado agreste del camino llegamos a la finca elegida.
La finca era llana y hermosa. Santi había mandado ararla con una profunda reja. La tierra aparecía negra y esponjosa, en barbecho desde hacía años, muy descansada y  deseosa de servir para algo. El representante del movimiento ecológico planto el primer pinito y nos enseñó cómo hacerlo. Había que hacer un pequeño hoyo, introducir el arbolito con su tierra, taparlo hasta donde empiezan las verdes agujitas y pisar la tierra con fuerza para que no quedase debajo de la planta nada de aire y a la vez dejar en su entorno una cavidad suficiente para que cuando llueva se recoja el agua en ella.
Aprendida la lección empezamos a plantar pinos a ocho pasos de distancia unos de otros. Todos disfrutamos pero los más felices fueron los niños y las niñas, que acompañados de sus padres, plantaban un árbol por primera vez. Jóvenes empezaban a dejar sobre la tierra ese primer legado. Después deberían cumplir con los otros dos mandatos: tener un hijo o hija y escribir un libro.
La tarea la terminamos pronto. Los doscientos pinitos y unas pequeñas encinas quedaban plantados. Fermín trajo unos bidones de agua y los iba regando con mucho cuidado. Nos dijeron que quedaban por plantar 50 pinos más, que no se habían podido traer. Estos estaban micotizados, para que con el tiempo nuestros nietos puedan coger por ahí muchos rebollones.
Sin saber cómo aparecieron cervezas, vino, pan, chorizo, longaniza, salchichón, mejillones, banderillas que compartimos en buna armonía satisfechos por el trabajo realizado. La vuelta a casa fue también agradable, porque el tiempo se quedó maravilloso, con un sol radiante y una temperatura cerca de los 20º. Algunas mujeres volvieron andando, disfrutando de un agradable paseo, pisando hierba, oliendo los aromas del romero y tostándose con los rayos el sol.
En el pabellón nos esperaba una estupenda comida. Abundantes tortillas de patata, bandejas de kiss con champiñón hechas por nuestro metre Juan y unas ensaimadas de atún y tomate encargadas al panadero. Las cervezas, el vino, las coca-colas u otros refrescos no faltaron. Este refrigerio lo proporcionaba la comisión de  festejos. De postre unos pasteles sabrosísimos. En buena armonía dimos cuenta de ello, pero sobró gran cantidad de todo y se subió al bar para que los que se quedasen lo pudiesen disfrutar en la cena.
La realidad es que pasamos un día fabuloso. Acompañó el tiempo, la buena armonía de los participantes y cumplimos el deseo de pasar un día feliz, de esos que no se olvidan.
Desde aquí felicito a todos los que participaron en el evento y sobre todo a los que tuvieron esta estupenda idea.
ZARACOZA, 24 DE ENERO DE 2016.

CARLOS ALDA GALVEZ